lunes, 8 de junio de 2015

Siempre conté hasta diez



Siempre conté hasta diez y nunca apareciste.
Fueron noches de granizo desnudo, de temblor
en el humo del deseo. Días de ayuno y lucidez.

Imaginaba el recorrido del llanto en las trampas
de la noche. La quietud en la memoria
de una pesada cárcel que esperaba a lo lejos.

El rencor de saberme preso en otro cuerpo
distinto al tuyo. Liberado en otro gesto,
y defendiéndome de otro perfume.

Pero sé que no fue más que un sueño.
Corría desnudo por la habitación del aire.
Y sentía que volaba, mas no era libre.

Kepa Murua
*Fotografía Tatik Carrión