lunes, 1 de abril de 2013

Es melancolía




Te llamarás silencio en adelante.
Y el sitio que ocupabas en el aire
se llamará melancolía.

Escribiré en el vino rojo un nombre:
el tu nombre que estuvo junto a mi alma
sonriendo entre violetas.

Ahora miro largamente, absorto,
esta mano que anduvo por tu rostro,
que soñó junto a ti.

Esta mano lejana, de otro mundo
que conoció una rosa y otra rosa,
y el tibio, el lento nácar.

Un día iré a buscarme, iré a buscar
mi fantasma sediento entre los pinos
y la palabra amor.

Te llamarás silencio en adelante.
Lo escribo con la mano que aquel día
iba contigo entre los pinos.

Eduardo Carranza
*Fotografía tomada de internet.

Efectos colaterales

 

la luna se alza

como un ícono sobre la noche

afuera los seres humanos

se matan en las carreteras

o en los bares

o en las calles asidas

al tropiezo de sus obsesiones

otros se protegen de la soledad

bailan la danza de las diversiones

se revuelcan en las camas

para olvidarse de sí mismos

en el cuerpo del otro

o se suicidan bajo la claridad

de los altos puentes del vacío

sólo los solitarios se ensimisman

en el sinsentido de los días

sin que los rayos lunares

alteren sus marejadas internas

en medio de las musas extintas

hayan consuelo

a pesar de que no exista salida

a pesar de los baños de la luna llena

en su ir y venir sobre el flujo marino

entre las aguas interiores de las mujeres

o al fondo de esa nostalgia de lobos

que los hombres llevan consigo

los solitarios viven

del rumor de sus silencios

y beben / a solas brindan

con la luna y su propia sombra

emulando a Li-tai-Po

en los eternos rituales del desamparo


Osvaldo Sauma
*Fotografía tomada de internet.