martes, 15 de abril de 2014

Estirpe



Somos (lo he dicho muchas veces)
un amasijo de pesadumbres
traídas de nuestra estirpe.

Puedo sentir  la inquietud de mi abuelo
caminado lejos de la tierra labrada,
la muerte en el lodo del tío mayor, 
huyendo de la caída que lo alcanzó
la incertidumbre post-mortem de la abuela 
por sus hijos ahora huérfanos.

Me aqueja el frío y  la vejez de mis manos  
empieza a notarse
tengo marcas de guerra sin haber ido al reclutamiento
siento el desarraigo y no he pasado una noche fuera de casa
y entiendo entonces que la desesperación se hereda 
                                                                   con la luz del nacimiento.



Johanna Rozo
*Fotografía tomada de internet