martes, 20 de agosto de 2013

Final para un cuento fantástico


-¡Qué extraño! -dijo la muchacha avanzando cautelosamente-. ¡Qué puerta más pesada!
La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.

¡Dios mío! -dijo el hombre. -Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¿Cómo? ¡Nos han encerrado a los dos!

-A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha.

Pasó a través de la puerta y desapareció.

I. A. Ireland.








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