jueves, 17 de octubre de 2013

Esperarla huyendo



Es ella.
Su paso de lento anochecer ilumina
la íntima escalera de mi refugio.
Cómo ocultaré la sed,
la vergüenza de esperarla huyendo.
Nada me servirá intentar una máxima;
su sonrisa atará mi voz
con un hilo de arena.
La he inventado durante largos años,
y sus senos en permanente vuelo
ya cruzarán la oscuridad de la puerta.
No puedo huir ni negar mi existencia;
la ternura de su piel de fuego,
antes de apagar la cerilla del amor,
hará un mármol
con el temblor de mis deseos.
Es ella.
Su belleza es una catástrofe.


Víctor López Rache.

*Fotografía tomada de internet.

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