miércoles, 13 de enero de 2016

Tarjeta de presentación

 




Los poetas acuden al frío con frecuencia.
Los poetas –se dice– son
tristes,
llorones,
melancólicos,
demasiado enrollados.
Los poetas ven un cielo azul y
escriben un cielo gris.
Eso asegura cierta gente.
O también: los poetas
tienen una irremediable debilidad en el ánimo.
Les gusta sufrir.
¡Cómo les gusta! Es un
vicio. No escriben himnos. Se lamentan.
Tienen prohibido el optimismo –eso piensan muchos.
Yo no digo lo contrario. No defiendo nada.
Los poetas son un desorden en el clima, pienso.
Los poetas nunca están contentos. Los
poetas son
un tropiezo incómodo
en el lenguaje, un
accidente.
Nadie sabe qué quieren.
Nadie sabe a dónde van.
¿Por qué escriben lo que sienten?
¿Para qué?

Alberto Barrera Tyszka
*Fotografía tomada de internet

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