hacia es extensión tan blanca.
Cómo evitar soñarnos
tendidos en nuestra propia arena,
ver caer las imágenes
alguna vez tan cotidianas,
escuchar la vaguedad de las palabras
imitando a un silencio ahora tan pobre.
Es la ausencia absoluta de toda fortaleza
perdida en un dibujo largo y borroso
de residuos de recuerdos,
de ojos siempre fijos, acumulando miedo.
Así las ciudades y sus cosas
huyendo
despacio
sin alarde
dejando un eco inmóvil en las grietas de la tierra.
Y allí nosotros
fluyendo
en la realidad de un mundo inexistente,
pretendiendo erguirnos
para entonces
devolver lo habitual a las formas.
Tallulah Flores.
*Fotografía tomada de internet.
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