domingo, 16 de diciembre de 2012

De la muerte

Sí, pero qué arrastra la mirada
hacia es extensión tan blanca.
Cómo evitar soñarnos
tendidos en nuestra propia arena,
ver caer las imágenes
alguna vez tan cotidianas,
escuchar la vaguedad de las palabras
imitando a un silencio ahora tan pobre.

Es la ausencia absoluta de toda fortaleza
perdida en un dibujo largo y borroso
de residuos de recuerdos,
de ojos siempre fijos, acumulando miedo.

Así las ciudades y sus cosas
                                           huyendo
despacio
sin alarde
dejando un eco inmóvil en las grietas de la tierra.
Y allí nosotros
                                           fluyendo
en la realidad de un mundo inexistente,
pretendiendo erguirnos
para entonces
devolver lo habitual  a las formas.

Tallulah Flores.
 
*Fotografía tomada de internet. 
 

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