I
En la tarde,
las semillas del diente de león,
vulneradas por el viento,
se disipan
como limadura de espejo
en la memoria.
Atrás queda la página en blanco,
la mirada imposible, lo que ya no despierta.
II
Sin rumbo,
sin regreso,
en un vacío de huesos,
el crepúsculo devora los pies del caminante.
Henry Alexander Gómez.
*Fotografía tomada de internet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario