martes, 16 de octubre de 2012

El temor que nos despoja







Sabemos que bajo las lámparas
Duerme la oscuridad encendida
Es parte de su arrullo dejarnos respirar
                                  El vaho de su alivio
Las noches danzan y agonizan
El silencio es la música que alcanza nuestro polvo
El de los labios enterrados y remotos
El de las manos que predicen un rumor de tempestad
El de los pies que aprendieron a caminar
                                 Aferrados a su sitio



Jorge Valbuena.

*Fotografía tomada de internet.



1 comentario:

  1. No se puede vivir con miedo.

    Nos obliga a cerrar demasiadas puertas.

    Y detrás puede estar la persona que al rozarnos, nos ilumine el día.

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